Blog Mínima: julio 2012

Spot & sport

Hoy se celebra la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres. Un acontecimiento que nos tendrá a muchos adheridos al televisor como la gitana y el toro. Los Juegos son una oda al espíritu deportivo. Miles de participantes luchando por un sueño, una medalla que los haría pasar a la historia.

Las gestas deportivas se recuerdan durante décadas, caras de dolor, sufrimiento, lesiones, fracasos y alegrías. Mezclamos fechas y lugares pero hay imágenes deportivas que se clavan en nuestra memoria para siempre.

La publicidad, con su hambre de inspiración ha sabido sacar provecho al deporte, ha recogido a atletas y a profesionales, historias extraordinarias y diarias para convertirlas en vídeos motivacionales o impactantes.

De Londres esperamos una buena ceremonia de inauguración, un espectáculo visual y sonoro, pero mientras llega ese momento vayamos abriendo boca con una recopilación de spots sobre el deporte.

Para los que piensan que existe lo imposible. Pelea chica, pelea



Para los que saben lo que es el sufrimiento


Para los atletas anónimos


Para las madres, ellas son parte del éxito


Para los nostálgicos, los anuncios de los JJOO de Sydney


Para los convencidos


Para los que no dominan a su cuerpo

 Para los que persisten


Para los que saltan barreras


Para los creyentes


Para los que viven el deporte a la española



Suerte a todos. Más para los deportistas españoles.



Con música mejor acompañados

Aunque los puristas dicen que la Banda Sonora de una película o una producción audiovisual es la totalidad de sonidos que recoge el documento, es decir, diálogos, música, ruidos, efectos especiales... nosotros hoy hablaremos sólo de la música como acompañamiento.

Cuando generamos en nuestra mente una situación podemos ponerle fácilmente una música que la acompañe (quizás esto no pasaba hasta la llegada de la radio, o del cine sonoro, pero en la actualidad es así). Si vivimos algo que nos parece una gesta épica lo acompañaremos de la música de Carros de Fuego o de El Gladiador o algo similar. Si estamos viviendo una ruptura amorosa probablemente escogeremos canciones en tonos graves, escogeremos melodías tristes, aunque si la ruptura se convierte en una guerra igual pondremos de fondo algún track de Ernio Morricone.



Cuando pensamos hacer algo agazapados, que requiere concentración, habilidad o silencio surge siempre la famosa melodía de Misión Imposible y automáticamente nos convertimos en una especie de espías.

La música en sí misma condiciona un mensaje. Una cita romántica, con velas y rosas irá acompañada de música jazz o música suave, incluiríamos canciones de Raimmstein sólo si estamos muy seguros de los gustos de nuestro acompañante porque difícilmente podremos susurrarle a alguien si de fondo suena algo así


La elección de una canción u otra va a modificar claramente el contexto y el tono de una conversación (entendiendo conversación no sólo por la palabra sino también por otras formas de comunicación). Es por ello que en la publicidad y en el cine se cuida tanto la elección sonora. Un spot puede pasar de ser una pieza excelente a mediocre sólo por la música escogida.

Incluso se puede jugar con la música para crear nuevos significados. Hace ya unos años aparecía en televisión un anuncio de un vídeojuego de guerra, en el que las imágenes de alto contenido violento estaban acompañadas de una música exquisita y con una alta carga emocional.



La violencia ha quedado despojada de la agresividad y se ha convertido en algo estético. Se eliminaron los ruidos y se optó por convertir el spot en algo similar a un poema audiovisual.

Se ha jugado también combinando situaciones cómicas con músicas tristes y viceversa, creando así una incoherencia que capta inmediatamente la atención del espectador. Un recurso sencillo pero de uso no excesivamente extendido.

En definitiva, la música es también una forma de comunicación con contenido y carácter y para cada situación podemos encontrar una composición que la acompañe y la complemente.

Hoy como hace un calor que llega al extremo les dejamos con este tema de Lovin Spoonfull sobre el calor y el verano. Avisamos de que también está la versión de Joe Cocker para los más actuales.







La mejor visita

Una señora de 83 años, llena de energía y de ilusión, esa ha sido nuestra visita del día.

En Mínima todos esperábamos la llegada de doña Argelia, una colaboradora de la campaña de Navidad del Gobierno de Canarias. Ya nos había demostrado su amabilidad participando desinteresadamente en la campaña y grabando desde Uruguay, pero conocerla en persona nos ha terminado de enamorar. Nos hemos convertido oficialmente en el Club de Fans de Doña Argelia Cabrera.



Ha llegado cargada de regalos para nosotros, nos ha traído una bandera firmada, unos llaveros y un recipiente para el mate. Pero no queda ahí la cosa, su hija, que vive en Brasil, también nos ha traído regalos, abanicos y un pisapapeles del Colegio Miguel de Cervantes. Por un momento nos hemos sentidos como niños el día de Reyes, rodeados de regalos y en compañía de una "abuela" muy entrañable.




En la última visita de doña Argelia a la isla ha encontrado un hueco para nosotros, para contarnos cómo fue su viaje a Uruguay, en un barco en el que estuvo 17 días con sus hijos pequeñitos. Nos ha relatado con brillo en los ojos lo contenta que está de ver cómo ha evolucionado la isla desde que ella se fue y nos ha contado cómo es su día a día en Montevideo.

Desde hoy y para siempre doña Argelia está usted en nuestros corazones, ha pasado a formar parte de la historia de Mínima y será un referente de amabilidad y alegría. A usted y a su hija María Eva sólo nos queda decirles una vez mas ¡¡Muchas gracias por todo!!


La importancia está en los números

El ser humano en su afán de encontrar lo verdadero creó los números como una de las expresiones más "perfectas" o "precisas" del mundo. Los números por sí mismos no pueden mentir, no pueden ofrecer una visión parcial o limitada, son uno de los elementos más sinceros que existen. Y esta característica hace que tengan una gran capacidad para sacarnos los colores. Cuando somos pequeños y nos examinamos obtenemos notas que reflejan nuestro conocimiento sobre un contenido, un 4 es un suspenso y un 9 roza la excelencia, y no hay dudas al respecto. Sin embargo, crecemos y dejamos de examinarnos, los números pasan a otro plano, quedan relegados a nuestras cuentas bancarias, nuestros móviles, nuestras direcciones y aniversarios.

Pero los números siguen ahí, su capacidad para medirnos sigue intacta y sucede que si nos ponemos delante de ellos nos devuelven un reflejo fiel de lo que somos o de lo que no somos. Esto sucede con las cifras sobre prejuicios y enfermedades de salud mental, cuando conocemos los porcentajes y cifras de cómo actuamos y cuáles son las situaciones reales nos sonrojamos inevitablemente porque estamos suspendidos.

Los estudios realizados sobre lo que creemos y cómo actuamos frente a enfermedades mentales nos dejan en mal lugar. El 40% de la población española cree que las personas con enfermedad mental son potencialmente peligrosas, sin embargo el 98% de los que sufren una enfermedad mental nunca se ven envueltos en episodios violentos. Esta última cifra es especialmente significativa si tenemos en cuenta que se el porcentaje de episodios violentos es superior en personas sin enfermedad mental.

Otra cifra que nos lleva al sonrojo es ese 87% de la población española que cree que las personas con enfermedad mental no están capacitadas para trabajar. Los psiquiatras y especialistas consideran que una enfermedad mental no supone la incapacidad para trabajar, así que es un prejuicio más que se suma a la lista.



Afes, la Asociación Canaria de Familiares y Personas con Enfermedad Mental, ha optado por hacer visibles estos datos y llevarnos a la reflexión. Cuando nos enfrentamos a estos datos y además tenemos una representación gráfica que lo acompaña nos damos cuenta de que en cuestiones relacionadas con las personas con enfermedad mental estamos suspendidos. Nos encontramos muy lejos de un cinco raspado, pero lo mejor que tiene estar suspendido es que esa situación sólo se puede mejorar. ¿Ponemos cura a nuestros prejuicios?